miércoles, 24 de octubre de 2012

De los errores se aprende

Ya os he dicho más veces que pertenezco al odioso club del tupper. Pues estaba yo el otro día pensando en preparar algo para el día siguiente y decidí improvisar un arroz. Puse en una cazuela un poco de aceite, unos taquitos de jamón, unos trozos de chorizo y bacon picado. Tan vaga fui que ni un poco de cebolla me dio por picar... "se la pongo de esa de bote, deshidratada que algo hará" pensé. El caso es que yo recordaba que ese bote que tengo de cebolla se queda un poco apelmazado y hay que darle unos golpecitos para que caiga, pero esta vez cayó con demasiada facilidad. No, no es que que cayera todo el contenido del bote... es que ¡¡¡¡me confundí de bote y le eché canela!!!!

Yo no sabía que hacer. Estuve pensando en pasar todo bajo el grifo para que se fuera todo, pero no me pareció buena idea. Y lo único que me faltaba ya por echar era el arroz, así que lo perdido ya estaba perdido, y decidí seguir adelante con mi receta experimento.

Esta es la pinta que tenía mientras se iba cociendo:




Y así lo metí en el tupper, con el hambre que suelo llegar a la hora de la comida, seguro que sería comestible. Si os acercais mucho podréis ver hasta los puntitos de canela en los granos de arroz.


Total, que lo que aprendí fue:
1. Que la canela no está tan mal en los platos salados, le da un toque...
2. Que hay que prestar más atención cuando coges un bote de especias

¿Qué habéis aprendido vosotr@s?

4 comentarios:

  1. Pues que me has dado una idea para la comida jajaja, que yo soy de experimentar también.

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    1. Pues me alegro!! Ya me contarás que tal tu experimento! jajaja

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  2. jajaja, siempre queda el bar de abajo en algun imprevisto

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  3. ¿y la rabia que da tirar la comida? :(

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